¿Sobrevivirán los radioaficionados?

Por: Ing. Arnaldo Gonzalo Lorenzo Pardo (CM6YX)

La radioafición es la primera red social conocida en la historia, eso afirman muchos y no dejan de tener razón.  Tienen en sus manos la vía de comunicación (la radio) y sobre ella han creado toda una sociedad de alcance global, con sus propios códigos y terminologías, con sus propias formas de reconocimiento y sus grupos de personas afines que pueden estar en lugares muy distantes unos de otros. Se mantienen activos el año entero y forjan una especie amistad radial que muchas veces se sale del radio y trasciende a la vida real y familiar en la banda de 1 metro.

El desarrollo de las comunicaciones durante el siglo XX lejos de debilitarlos los fortaleció. Los nuevos y más complejos métodos de modulación, el comienzo de la era espacial, la aparición de las comunicaciones digitales, cada progreso fue asimilado y se incorporó al repertorio de modalidades de una radioafición que ha surfeado sobre el desarrollo tecnológico.

Sin embargo, hay quienes consideran que con el auge de internet, las redes sociales digitales y la telefonía móvil los radioaficionados caminan hacia su extinción. Muchos piensan que la comunicación directa por radio ya no es necesaria y que los nuevos medios proporcionan el intercambio de información a cualquier distancia y con un mínimo de esfuerzo, sin necesidad de licencias de radio ni campo de antenas, sin dar indicativos ni códigos Q y sin importar las condiciones de propagación.

No faltan los que se deslumbran, pero la realidad es que la tecnología de las telecomunicaciones todavía tiene piernas cortas, basta un solo apagón, un fallo de energía y toda esa "magia" se esfuma como un sueño. Lo demuestra el hecho de que ante un fenómeno natural de medianas proporciones las primeras víctimas son la energía eléctrica, internet y la telefonía móvil, quedando sólo el viejo radio con baterías como único enlace con el mundo. Pero los radioaficionados no son sólo para las tragedias, por suerte los días tranquilos son los más abundantes y los emplean en conversar con otros semejantes a ellos, sentados alrededor de una misma frecuencia, armando equipos y, sobre todo sintiéndose felices así.

Si en un futuro el click del mouse derrotará al click del ptt eso nadie lo puede saber, todavía está por ver. Como ha sucedido a lo largo de la historia, cada vez que ocurren cambios se extinguen los que tienen menos capacidad de adaptación y sobreviven los más fuertes. Ante el nuevo reto que supone este hipercomunicado siglo XXI para los radioaficionados, desaparecerán los inadaptados y prevalecerán los que sean capaces de asimilar lo novedoso.