Radio desde el espacio

Científicos de la universidad McGill en Montreal han detectado una enigmática transmisión de radio proveniente del espacio exterior. La radioemisión consiste en seis ráfagas de ondas de radio provenientes de algún punto de la constelación de Auriga, a tres mil millones de años luz.

Según los expertos, esta energía electromagnética, que han bautizado con el nombre FRB 121102, tiene un origen desconocido, aunque algunos aseguran que puede tratarse de una estrella de neutrones.

Anteriormente se habían registrado otras 11 descargas desde esa misma ubicación, por lo que ya suman 17 destellos de radio, dijo el líder de la pesquisa, Paul Scholz, a partir de la observación con el apoyo de los radiotelescopios de Green Bank y Arecibo, ubicados en Estados Unidos y Puerto Rico, respectivamente.

Las FRBs son enormes explosiones que duran apenas un abrir y cerrar de ojos y liberan más energía que la producida por el Sol en un día. Los estallidos reiterados implican que la causa de FRBs no es un evento de una sola vez, como una explosión o colisión. Por tanto, los destellos de una estrella de neutrones joven son un candidato prometedor, pronosticaron los científicos.

Las estrellas de neutrones son el remanente que queda después que una estrella termina su proceso evolutivo y su luz se ha extinguido. Después de haber agotado todo su combustible, estos restos de lo que antes fue una estrella como el Sol es lo que se les llama estrellas neutrónicas, que no son visibles y se les detecta sólo por sus potentes emisiones de radio.  

De cualquier manera, estamos recibiendo las señales de algo que ocurrió hace tres mil millones de años. Las gigantescas distancias astronómicas hacen que la luz y las ondas de radio sean increíblemente lentas para constituir un medio de comunicación eficaz y son como la voz de un pasado remoto. Así que si del lado de allá del trasmisor hay algún ET haciendo Dx, va a tener que esperar otros tres mil millones de años por el reporte, y muchos más para recibir su tarjeta QSL.